¿Qué es la endodoncia?
La endodoncia es la especialidad dedicada a la desvitalización de las raíces de los dientes, generalmente infectadas, realizando la descontaminación de sus conductos. Es un procedimiento odontológico que, por tanto, tiene por objetivo la extirpación de la pulpa dental. La pulpa es, en realidad, el conjunto nervio /arteria/vena alojado en el interior de la pieza dental. Este conjunto se tiene que extirpar cuando se produce una caries grave o una fractura de la pieza que lo aconseja.
Con la endodoncia podemos recuperar la pieza y mantener así el diente, el hueso y la encía de alrededor, de manera que podemos conservar una sonrisa natural y comer de manera cómoda y sin dolor.
Síntomas que refieren una endodoncia
Estos tratamientos se realizan cuando el diente tiene afectado el nervio que alberga en su interior, por lo que se desarrolla un proceso inflamatorio e infeccioso, desencadenado frecuentemente por caries dentales profundas. Este proceso inflamatorio suele ir acompañado la mayoría de las veces de un dolor agudo fuerte, por lo que ante la posibilidad de que ocurra, es mejor realizar la endodoncia previamente.
Tratamiento de la endodoncia
El tratamiento de los conductos elimina el dolor, permaneciendo el diente en la boca, sin molestias. Este tipo de procedimiento es realizado por la endodontista y se lleva a cabo en la clínica dental por sí mismo, a ser posible en una sola visita, por lo que el paciente abandone la consulta sin dolor ni molestias y respondiendo con un buen postoperatorio. En nuestro centro aplicamos técnicas de microcirugía con localizadores de conductos de gran fiabilidad, facilitando el trabajo al profesional y permitiendo con ello mayor agilidad y menor molestia para el paciente.
Habitualmente, con una sola sesión es suficiente. Ahora bien, si la situación del paciente lo pide, si el caso presenta aspectos técnicos dificultosos, o bien si el profesional así lo cree (en bien de un mayor bienestar del paciente), pueden ser necesarios dos o más intervenciones en la pieza dental.
Los tratamientos de endodoncia son casi indoloros. Las anestesias locales son muy eficaces. El tratamiento puede provocar alguna molestia durante algunos días, sobre todo en la masticación, ya que hay una inflación postoperatoria de los tejidos que hay alrededor del diente. En caso de dolores posteriores al tratamiento, se puede recurrir a una medicación.
Un flemón es una inflamación de los tejidos alrededor de los dientes, a menudo causados por enfermedades de la pulpa o nervio. Por ello, la endodoncia es el tratamiento idóneo para resolver los problemas inflamatorios de la pieza en cuestión.
Al igual que las otras. El tratamiento de endodoncia se aplica para mejorar la salud del diente, y si hay una restauración posterior, el diente será igual que las otras. Por ello, las medidas de cuidado (higiene, revisiones periódicas, etc.) deberán ser las mismas que en el resto de la dentadura.
No hay ninguna razón para que así sea, si el tratamiento y la restauración se han hecho de una manera correcta. No hay que retrasar la restauración de la pieza tratada para evitar que se pueda romper con la masticación. Y también es importante que, una vez al año, el paciente visite su odontólogo para el control de la salud del diente.
Como profesionales, priorizamos que el paciente pueda conservar sus piezas dentales originales. Si esto no fuera posible, habría que extraer el diente y reemplazarlo con un elemento protésico; sin embargo, ningún sustitutivo no da el mismo resultado que los dientes naturales.
Beneficios de la endodoncia
- Evita la extracción de un diente natural.
- Elimina infecciones dentales y consecuencias como la halitosis.
- Evita la pérdida del hueso que soporta el diente.
- Se evita la movilidad y el desplazamiento de los dientes adyacentes.
- Evita tratamientos dentales más costosos.
Únicamente desaconsejamos la endodoncia en los siguientes casos:
- Fractura vertical del diente
- Proporción desfavorable corona/raíz.
- Soporte periodontal escaso.


¿Cómo puedo prevenir una endodoncia?



- Cepilla tus dientes después de cada comida y utiliza hilo dental.
- Haz limpiezas semestrales. Aparte de limpiar tus dientes, también podremos identificar a tiempo posibles infecciones.
- Reduce el consumo de azúcar y carbohidratos.
- Bebe agua abundantemente durante todo el día para ayudar a mantener bien hidratada la boca.